miércoles, 18 de diciembre de 2013

Pensando en Larroque (Con Jorge Rulli)



El 15 de noviembre tuvimos oportunidad de encontrarnos nuevamente con amigos,  simpatizantes y periodistas locales, para una reunión de carácter extraordinario, motivada por la visita a Larroque de nuestro inestimable Maestro Jorge Rulli.
Ruben, Kika, Kneeteman presentó a Rulli de manera sencilla pero muy sentida, destacando su largo historial de luchas y militancia, su actual forma de vida acorde a las ideas que profesa y difunde, en lo que llamó una “selva propia”. Citó a Bertolt Brecht para incluir a Jorge entre los “Imprescindibles que luchan toda la vida” y realizó una suerte de compromiso, de intentar seguir sus enseñanzas y estar “en el futuro” aprendiendo como lo ha hecho Rulli toda su vida.
Jorge comenzó acariciando un poco nuestro ego; manifestó su gusto por estos encuentros, es muy importante que en un pueblo de 6000 habitantes se pueda dar un grupo de debate, de reflexión como este, ya que su sola existencia es una forma de presión para que las cosas cambien.
Nos comentó sobre sus actividades actuales, las reuniones del GRR y los programas de radio como “Horizonte Sur” y “Volver a la tierra”, para a partir de este nombre hablarnos de la gente que busca la deserción urbana, repoblar el territorio de la nación y de la urgencia de rediseñar este territorio en función de estas necesidades.
Hizo referencia entonces al movimiento que se está dando en muchos países, de “Ciudades en transición”, en las que la gente está comprendiendo la gravedad de la crisis y se prepara para enfrentarla, con municipios que aceptan y promueven las nuevas ideas y pueblos que participan activamente, modificando conductas, diseñando espacios comunitarios, montes frutales, fuentes alternativas de energía a escala local, mercados de cercanía, reducción del consumo de petróleo, viajes compartidos, uso de la bicicleta, asambleas comunales, democracia directa, un pueblo empoderándose de su lugar y sus cosas. Aquí, lamentablemente no vemos nada de eso, parece que mientras muchos buscan adecuarse para enfrentar la catástrofe, nosotros camináramos contentos hacia ella.
Hizo referencia a su interés por la lectura y los viejos y nuevos autores que intentan comprender la crisis del modelo y buscar alternativas. Algunos están haciendo un rescate de las relaciones y de la economía de la Edad Media y destacó entonces algunas de estas ideas: Al desaparecer el Imperio Romano, las aldeas recuperaron su autonomía, hombres y mujeres equiparados, sin dinero, con más de 100 fiestas anuales que eran verdaderos encuentros participativos, creadores de cultura, no espectáculos en los que el espectador se siente y sólo aplaude al artista. El liberalismo posterior, cambia el diezmo en especie, por dinero; el capitalismo nace para hacer la guerra, continúa citando de memoria, para abastecer a los ejércitos, para enriquecer a algunos; se desbastan los bosques para la Armada de Felipe II, los hijos de los campesinos van al ejército, los reprimen si se resisten, obligan a los campesinos a trasladarse a la ciudad, a emplearse. A pesar de esto, la sociedad tradicional persiste, se adapta, hasta que la Segunda República primero y Franco después la hace desaparecer casi por completo. Sin embargo aún hoy quedan en Españas tierras públicas, comunitarias que están comenzando a redescubrirse. La sociedad campesina no es de guerra, es arraigada, espiritual, produce su alimento con mecanismos de regulación, de protección. Seguramente no se volverá a esa época, pero saber que alguna vez fue así, hace menos utópico lo que proponemos.
La revolución francesa, nos dice, y quizás la rusa, pusieron los sueños de emancipación en lo fabril, en lugar de la espiritualidad del campesino, y fomentaron el éxodo rural, la urbanización. El capitalismo busca que nos aislemos, que seamos individualistas, que nos aprovechemos del otro, en la ciudad vivimos amontonados pero no nos conocemos. Parece que fuéramos una suma de minorías y no un conjunto de seres humanos con muchas más semejanzas que diferencias. El concepto de alteridad que desarrollara el cura en uno de los encuentros es muy importante, nos comenta, porque alteridad no es diferenciación, es reconocer al otro por lo que tiene de común conmigo mismo, este es un concepto que genera comunidad.
Lo que está pasando en Japón es un ejemplo de este individualismo a ultranza, los jóvenes han perdido el deseo de apareamiento, prefiriendo el placer solitario al encuentro con la otra persona.
En las aldeas, retoma, habían quedado sólo ancianos, pero ahora, en medio de la crisis, en Grecia, en España, están volviendo los jóvenes que tratan de recuperar los estilos de vida comunitarios, aunque han perdido el conocimiento de cómo hacerlo.
La sociedad campesina tenía incorporado el concepto de belleza; la ciudad en cambio condena al hacinamiento, la basura, la fealdad. La belleza tiene mucho que ver con la justicia y la libertad. Un socialismo sin belleza y verdad no le interesa a nadie.
En la historia no nos contaron que había una sociedad tradicional, con una cultura ancestral esencialmente comunitaria… Se nos ganó la idea del tener, del dinero, destacarse, “ser alguien”, pero resulta que uno “es” en el marco del “estar”, el “estar siendo" que nos propone Kusch (Rodolfo) en su rescate de las filosofías americanas prehispánicas.
El “to be”  se comió al estar, en un avance del individualismo sobre lo comunitario, no es casual que la lengua dominante en el mundo sea una que no tiene diferencia entre el ser y el estar. Enfatizamos el “yo” y perdemos la comunidad.
América Latina es esencialmente comunitaria, uno ve el mestizaje pero también mucho de España en las formas de producción del campesino. Toda América Latina es coloquial, respetuosa,  se podría decir que con excepción de la Argentina que es el país menos español, en donde nuestra forma de diálogo tiende a anular el debate.
El ensamble cultural, la originalidad de América es fantástica, un gran bagaje cultural que perdimos y seguimos perdiendo. En esta época de límites, uno necesita recuperar esos valores. Por eso es muy bueno que exista este espacio, que ustedes se den este tiempo para la búsqueda, para la reflexión… “Si un día un intendente les da bolilla se hacen famosos” nos dijo a modo de chascarrillo con el que la charla derivó en anécdotas, cuentos  y preguntas de los concurrentes.
En síntesis un aporte magistral para la reflexión personal y grupal que nos vuelve a regalar Jorge como en las anteriores ocasiones.
Muchas gracias al Maestro y a los amigos y simpatizantes que nos acompañaron en este encuentro.

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